martes, 11 de marzo de 2008

Pechos...

El Domingo, el gran diario argentino destacó, de esta entrevista, que en palabras del entrevistado, "los que le dicen pechofrío, no entienden nada".
Interesante entrevista, nos recuerda que en Portugal existe una liga futbolística después de Mourinho, y que el inefable Lucho brilla en ella.
Claro, como brilla Riquelme en la Argentina, como brillan los jugadores buenos en ligas mediocres. Lucho tuvo siempre una particularidad que me extrañó enormemente. Siempre fuye del gusto de tipos a los que no les gustaba Riquelme. Desde el gran Marcelo Bielsa, hasta notorios hinchas de River, han demostrado debilidad por el estilo de juego de Lucho Gonzalez. Asimismo y en contrario, numerosos bosteros que consideran a Riquelme la encarnación de Dios en la bosta, despotircan contra el juego de Lucho Gonzalez, a quien califican de "puto"
con la habitual bosteridad que los caracteriza.
Yo siempre los encontre parecidos. Poco más, poco menos, me parecieron jugadores técnicos, amargos y poco comprometidos con sus equipos. Supongo que la diferencia era que Lucho con Bielsa podía jugar de ocho y a veces hasta corría. Milagro aquel que no se logró con Román.
Demostrando este carácter amargo y mi percepción, terriblemente acertada. Lucho sale a decir que su ídolo es Riquelme, y a defenderlo de acusaciones de frescura pectoral. Y claro, defendiendo a un tercero, se defiende a si mismo, porque, "no tiene por qué tirarse a los pies del rival el jugador técnico".
Doblemente cagón, porque no va a buscar la pelota y porque no se defiende sino a través de un tercero, que no necesariamente lo representa.
Hago un alto para señalar esto, porque en varias de las últimas discusiones que tuve con Riquelmistas notorios de mi entorno, me trajeron en sendas diuscusiones a dos jugadores que son de mi gusto y paladar: Litmanen y Zidane.
En ambos casos, en vez de recurrir a la soberbia y decir estás en pedo, intenté demostrar justamente por qué mi disgusto frente al juego de Román era justificado.
Zidane no debería tener punto de comparación con Riquelme en cuanto a lo técnico, tampoco Litmanen creo yo, que aunque esté lejos de Zizou, ha marcado epoca en copas europeas durante su paso por Ajax. Sin embargo, y más allá de las diferencias habituales, es claro que ninguno de ellos era un jugador de cáprichos en las canchas. El eje del Ajax considerrado en su momento el mejor equipo del mundo fue alumno dilecto de Van Gaal (el mismo que poco espacio le dio en su momento a Riquelme) jugó acompañando a Kluivert, como enganche, como uno de los enlaces, como tercer delantero y como mediocampista. Hijo de la escuela holandesa, sabía que las tareas ofensivas y defensivas se desdoblaban, que cuando el equipo atacaba había ocho jugadores con posibles responsabilidades de ataque, pero que cuando defendía eran nueve los responsables de recuperar la pelota, de modo que aquello sucediera lo mas arriba posible.
Tambien Zidane que no solo fue rotando en los sectores del mediocampo ocupados en el Madrid y en la selección francesa, sino que también "se tiraba a los pies del rival" pese a ser un jugador espléndidamente técnico. Ni Litmanen, ni Zidane, fueron nunca catalogados por nadie como cagones.
Defenderse a través de otro, además de ser de cagón, tiene ese riesgo, puede ser que el otro no se te parezca.

jueves, 6 de marzo de 2008

Necesita contención...

A esta altura ya habrán notado que la aversión ideológica que le tenemos a Frioman tiene que ver no solo con disgusto hacia su juego, sino también con muchas de las cosas que lo rodean y sobre las cuales nos venimos despachando a gusto últimamente. Sin embargo es menester volver a Román y su personalidad y uno de los aspectos más sonantes de su horripilancia.
En una discusión hace cierto tiempo, un hinche de boca de esos que se refieren la capitán pechofrío como "san Roman Riquelme", entre otras cosas porque no son hinchas de la Selección, me dijo que el putito ese era mejor que Zidane, pero lo que le sucedía era que necesitaba para rendir, poder estar contenido.
Estar contenido, se supone, es algo que necesita todo jugador. Buenas condiciones de entrenamiento, pagas al día, comodidades para que jugar al fútbol no sea un esfuerzo más allá de lo necesario pese a la profesionalidad del jugador, incluso buen clima de vestuario. En general, cuando esto está presente Tevez es más Tevez, Messi es más Messi, y Balvorín es menos Balvorín. Todos rinden más en condiciones mejores. Claro que si, que están los tipos a los que las difíciles los agrandan, pero creo que el principio se puede aplicar de manera general sin inconvenientes. El problema se da cuando llegamos a Román, Romá era feliz en Boca hasta que pidió más plata y dejo de entrenarse hasta que no se la dieran, cuando volvió a su nivel anterior. Se fue jugando feo, por menos plata de la que lo cotizaban porque se le había ocurrido que quería irse al Barcelona, no anduvo en el Barcelona porque no lo ponían donde quería y empezó a andar mal en el Villarreal cuando Pellegrini empezó a pedirle cosas tan estrafalarias como volver a entrenar en la misma fecha que sus compañeros después de las vacaciones.
De allí surgiría un argumento según el cual Román es grandioso cuando está a gusto en un lugar y su nivel baja al punto de ser pésimo cuando siente que no lo tratan como el merece. (el parámetro de comparación vendría a ser el sultán de brunei).
Esto explicaría entonces que en Boca brille destellantemente y en Europa fracase de manera rotunda.
Esta, como toda afirmación de fanático, es en verdad una verdad a medias. Es cierto, para que Román no desaparezca de la cancha e incluso en vez de no sumar, reste, tiene que estar a gusto. ¿Qué es estar a gusto? Jugar en la posición que se le ocurre, con las responsabilidades que el mismo se autoasigne, cobrando cinco palos por año y a las "órdenes" del técnico que a él le venga en gracia. Si no, si el club no le tira la goma de manera sistemática, el capitán pechofrío no sale ni con voluntad de juego. De ahí que su pelea con Villarreal venga cuando le dijeron que se entrenara en las condiciones que lo hacía el resto (y el resto incluía jugadores de la talla de Robert Pires y Cachavacha Forlan, ambos ampliamente superiores a Mr. Heladera en el Pecho) y de ahí su rendimiento de allí en más. De Ahí también, que le baje el pulgar al próximo técnico, un ex jugador e ídolo de la institución boquense, al que encima para que este a gusto se le pagan mas de cuatro palos verdes y de ahí que sea el único jugador que en ningún momento del juego tiene responsabilidades de marca.
Sin embargo, decir que anda mal cuando no le cumplen todos sus caprichos no alcanza para describir el juego de tan trsite caballero. Román apestó en una selección donde el juego giraba alrededor suyo al punto de mantenerle para hecerle todo más fácil a Messi en el banco, así como sigue apestando en esta Selección en la que Basile que supuestamente desdeña la táctica hizo la única táctica la orden de que "todas pasen por Roman". Y claro, con rivales como Venezuela y Ecuador se puede brillar si pasan todas por vos, das dos pases buenos y nadie te marca. El problema es cuando el rival enfrente atisba algún tipo de seriedad. En ese caso el tipo decide simplemente desaparecer de la cancha o, lo que es peor, no lo decidesino que se ve imposibilitado de aparecer. Lo mismo sucedió a Roman en un Villarreal que giraba alrededor suyo. fue figura mientras estuvo frente a un equipo de segunda línea que festejaba si le ganaba al Murcia y empataba de local con el Valencia. Cuando el Villarreal comenzo a subir su categoría, Roman comenzo a desaparecerse, siendo su punto cúlmine el penal pateado sin ganas en las semis contra el arsenal y a diez minutos de la final de la Champions. Tanto ese Villarreal, como esta Selección se comen la poronga de Román casi tanto como Boca, en ambos lugares, traicionado por su juego cansino y su falta de sangre, no rindió pese a estar "a gusto" y "contenido".
Porque decente mente marcado, roza entre horrible e irrelevante, esté o no a gusto en el lugar que esté.