Banderazo

Muchos de nosotros sabemos, y hemos repetido, algunas consignas y lugares más o menos comunos comunes respecto del periodismo. Responsable de crear realidades que muchas veces no se condicen con ningún hecho objetivo. De hacer lobby sin ningún criterio (recuérdese a Niembro reclamado la dirección técnica de la Selección para el Cabezón Ruggeri, a pesar de que en tal cargo"no ha ganado nada"), de mentir a la ciudadanía y etcétera. 

Sin embargo, leyendo infobae, un pasquín dedicado justamente a las operetas de poca monta, vengo a enterarme de la existencia de un "banderazo" en defensa del amargo y un "escrache" contra los periodistas que operarían en su contra.

Extraño caso el de los hinchas de Román el triste, el tipo es un ex-jughador hace como tres años, y sin embargo, desde su lugar de exposición mediática, consigue reovaciones de contrato varias veces milloarias. Fue el némesis periodístico que azotó la era Bielsa. Todos todo el tiempo pedían a Román. Al menos todos los que salían en la tele. A pesar de que no encajaba con el juego de la selección,  apesar de que cuando se lo probó, no anduvo, a pesar de que no era ni por asomo mejor que Aimar y el Verón de la Lazio, la tele pedía a Román. LA tele también presionó por su regreso caprichoso desde Villarreal, a cambio de seis palitos por seis meses. Siempre más de lo merecido, siempre desde la tele. La tele, por supuesto, se encargó de convertirlo en figura en escasas ocasioes en las que lo mereció, siempre en torneos en sudamérica, siempre con la auriazul puesta. Cuando el Boca de Bianchi ganó la Libertadores, que luego repetiría sin la presencia del enganche cansino, fue poco menos que promovido a único responsable de tal hazaña.

Y sin embargo hoy, y a partir de alguna crítica al hecho de que no haya jugado más que tres partidos en ocho meses y sea el jugador de mejor sueldo del país, se organiza un banderazo, para explicar lo inexplicable. Un escrache, método de lucha contra la impunidad de represores, ahora usado contra quienes osen criticar a Román el mágico aburrido. Una estrategia más para ponerlo en el primer plano el lugar donde más brilló en el último tiempo. Los medios.

Allí operó contra Palermo y por Luco Figueroa, contra Lucchetti y por Javi García, a favor de que juegue de titular un Hugo Ibarra retirado por sus piernas, en contra de que Guillermo asumiera la dirección técnica. Sin dudas, Román ha sido un eficiente operador mediático. aunque hoy nos pongan de la vereda de enfrente, como si pasara lo contrario, y el operado fuera él.