martes, 29 de enero de 2008

No mientas con que te importa

Uno se engaña más seguido de lo que le gustaría admitir. No hay nada de malo con eso, mientras uno lo tenga presente. Pero hay cosas con las que no se jode. Hay ciertas cosas con las cuales uno no puede hacerse el boludo y esta en todo su derecho a indignarse. El orgasmo es uno de esos casos. Uno cuando esta cogiendo (y en esto me parece no hay distinción de género)le molesta la cara de orto de su partenaire. Uno quiere a alguien comprometido con el asunto, que le ponga empeño, emoción, entusiasmo, ingenio, esa sana cuota de desinhibición. Pero si hay algo peor que eso, es el recurso de la mentira canalla, que como toda mentira, solamente se revela como tal cuando el otro se aviva. Es la diferencia entre el truco y la magia. Si nuestra contra parte se da cuenta, uno queda desnudo en la peor de las situaciones. Particularmente considero que si uno va a mentir debe poner el mismo empeño para que el otro no se de cuenta, porque la verdad, es muy feo darse cuenta (vuelvo a sostener, no hay distinción de género; que los hombres no hacen pasar una mentira de vez en cuando es una falacia tan grande como que las mujeres no se tocan).
A mi en lo personal la cara de orto de Tristelme no me afectaba. El fútbol es una de las cosas más lindas que puede haber, un espacio donde convergen tantas cosas, tantos estados del alma, tantas formas de belleza, apasionamiento, historias, mitos, etc. Ver a un tipo en la cancha con cara de orto, la verdad que es molesto, es cierto. Porque en parte deschaba lo que uno ya sabe y sobre lo cual se engaña: que esto es un negocio-espectáculo y los tipos en la cancha son profesionales. Es verdad que a veces aparece un anti-Anelka como Romario, Paul Gascoigne o algunos de aca que no fracasan en Europa, pero son la excepcion a una regla cada vez más rigurosa. Ahora, a pesar de todo esto, la cara que ponga no es lo esencial, sino su juego. Me encabrona y lo puteo por su juego cansino, cobarde, frío, no porque no se ría como el feo y frío de Ronaldinho, que es pura fantochada y pirueta circense con escasos momentos de futbol. Despues de todo el enorme de Zizu no era un tipo que se riese, pero uno sabía que en la cancha le ponía emoción, ímpetu y huevo (su último partido como profesional no hace más que confirmar esto).
Pero si hay algo peor que la cara de orto de Tristelme, que jugando un Brasil - Argentina parece estar pensando "Que embole esto, me quiero tomar el buque, comprar unas palmeritas e ir a casa de mama", son los gritos fingidos después del Boca - River. Esos gritos fingidos de loca demuestran que este tipo no tiene compromiso ni siquiera con la mentira, no le pone alma ni a eso. Etsa bien que quieras alegrar a los únicos borders oligofrénicos que te defienden a raja tabla mintiéndoles que te importa jugar en Boca (equipo al que recalaste cuando ningún otro equipo de primera en el mundo quiso contratarte y después de comer banco 6 meses por ser el mala leche que sos). Pero ponele un poco de esfuerzo macho.
Yo soy de los que te bancaban cuando jugabas así, hoy tu presente es muy distinto