viernes, 6 de julio de 2007

TEG: Tácticas Empleadas por Goncas


Uno de los comentarios comunes de los que leen este blog es “Uds. son unos hijos de puta” “Es una mierda”, y la mar en coche. Y la respuesta de los humildes suscriptores es “ponelo en el blog como comentario, para eso están los blogs”. El problema es que al intentar hacerlo ellos se enfrentan a una paradoja. Quieren poner “Roman es un grosso”, “es un capo”, “uds son todos unos putos”, pero supuestamente la gran defensa de Tristelme es su condición de gran estratega que solamente pueden ver algunos pocos iluminados que estudiaron teología futbolística en la Universidad de Nuestra Señora de la Masturbación. Entonces no pueden recurrir a esos argumentos. Pero tampoco pueden recurrir, no se por que razones solamente veo que no lo hacen y la ausencia de comentarios es prueba de ello (no digo que millones vean este blog, sino que varios lo putearon y no dejaron constancia), a complejas contra argumentaciones que revelarían su condición de eruditos en el tema y su capacidad superior de captación y entendimiento de la mística de Tristelme. Ahí esta la paradoja, supuestamente defienden una misteriosa y elusiva cualidad táctica que puede ser revelada y explicada mediante complejas argumentaciones, pero cuando llega la hora de jugar por los porotos se van al mazo y solamente pueden llegar a articular un “putos de mierda”. Esto en realidad revela la condición de tristelmistas de éstos críticos, porque como en la cancha se ven los pingos, cuando tienen que demostrar que Tristelme es un gran estratega se cagan en las patas. Tampoco pueden recurrir al “Déjense de joder, es fútbol macho, no es difícil, no hay que usar palabras difíciles” precisamente porque es nuestro argumento. El fútbol es simple y es bello por su simpleza, profundamente democrática diría. No está en manos de una aristocracia que lo estudie en universidades, se aprende en la práctica, como la política o el sexo. Saber de fútbol es como saber coger, no esta en los libros. Así que cualquiera que de pibe haya jugado a la pelota “sabe de fútbol” (claramente esto excluye a los gorditos hijos de burócratas estafadores que tenían plata y por ende pelota que era la única razón por la cual jugaba y lo mandaban al arco: como Fernando Niembro. También excluye a los que son imbéciles en todo ámbito, con lo cual también en el deportivo y aunque jueguen bien a la pelota son subnormales para el resto como Rainman: es el caso de Mariano Closs). Es simple: uno ve el partido y disfruta de las pinceladas de arte y creatividad de los que saben y lo demuestran. Es una captación casi instintiva, como cuando uno ve una mina linda. Obviamente que los poetas pueden complejizar la cosa infinitamente y hacerla disfrutable en otro niveles, ahí esta el Gordo Soriano, el Negro Fontanarrosa, Galeano, etc. Pero eso refiere a la “captación estética” del fútbol. Todos los que proponen una inteligibilidad del fútbol en el nivel de la táctica, los planeamientos, la brillantez lúdica como si fuese un sistema complejo de interrelaciones cósmicas eso ya es masturbación intelectual. Es otra cosa. Desvirtúa al fútbol. Lo lindo del fútbol es que lo puede entender y jugar todo el mundo, y los pobres tipos que se amparan y esconden en arcanos complejos no pueden entenderlo ni disfrutarlo. Es el caso de Borges. Ojo, capas que Borges hubiese escrito maravillas sobre Tristelme. Borges está para otras cosas y es particularmente brillante en esos planos, pero no puede relatar la alegría de romperle el culo a los leprosos en cancha de River en la final del Nacional como el Gordo Soriano. Esa posibilidad le esta vedada.

Entonces, la estrategia de hablar de fútbol como si fuese la dialéctica hegeliana es de cobarde, es de intentar explicar lo inexplicable. Se vuelve a repetir cuando uno lo puteaba a Tristelme después de la victoria contra colombia. “Hizo dos goles papá” me decían. Hizo uno de cabeza, con ese criterio Peter Crouch es un gran jugador y un estratega brillante, el Napoleón del fútbol. Otro de tiro libre, entonces Beckham es Maradona. EL de cabeza la jugada la arma Messi que se la da, en un pase hacia delante, a Zanetti que pone un pase, no un centro. Aimar, el enganche titular obvio de la Selección Nacional, también metió uno de cabeza. El tiro libre fue después de una falta a Messi que, encarando nuevamente para adelante (es importante esto por eso lo remarco nuevamente, para adelante, donde está el arco de ellos, a donde hay que ir para hacer goles, gambetas, pintarles la cara, chamuyarlos con la cintura), se saco de encima como 3 tipos, apilándolos como muñecos de torta. O sea, hacer dos goles no habla de la calidad de estratega de Tristelme, por la cual, supuestamente, es el enganche titular de la selección. Ahora veamos esa cualidad en las cosas en las que se presenta. Argentina iba ganando 3 a 2. Por un gol. O sea, te hacen uno más y empataste, es 1 punto en vez de 3 (para los exitistas que es lo único que cuenta en un partido) ¿Qué pasaba si el bombazo del colombiano iba 3 centímetros más abajo y la clavaba? Hoy todos estábamos puteando y diciendo “Yo siempre lo putee” (acuerdense de esta frase, para cuando la digan en el futuro y les joda o para cuando intenten evitar decirla y sigan defendiéndolo ad hoc caigan en complejos artilugios argumentativos). Una estrategia no puede depender en su éxito de contingencias menores como un pelotazo de 40 metros que puede ser gol. Escenario estratégico 1: Tristelme enganche, ganando 3 a 2, para la pelota y la aguanta en la mitad hasta que el colombiano cabeza de termo le hace fau. Perdemos tiempo y un sacado le pega desde el living de su casa y te la clava en el ángulo. 3 a 3, empataste, a llorar a tu casa. Escenario estratégico 2: Aimar enganche, la para en la mitad de la cancha, se sacude a 2, hace una pared con Messi, llegan y lastiman haciendo un gol y/o aumentando las probabilidades de hacer un gol como producto de otra estrategia futbolística que privilegie ir ganando con holgura por varios goles (además claro esta de ofrecer un mejor espectáculo al público, que como dijimos antes, ganar o perder no nos mejora sustancialmente nuestras vidas, pero ver 90 minutos de buen fútbol nos alegra).

En el partido contra Paraguay quedó demostrado. La gente pidió a Messi, no a Tristelme, Aimar encaró para adelante y gambeteo a varios dando placer, recuperó en mitad de la cancha poniéndole sangre a su juego y le puso una pelota de gol brillante a Tevez (quien demostró que para aguantarla entre los centrales y pivotear no hay que ser un 9 rústico sin buen pie como Milito). Vimos fútbol. Se jugó a la pelota. ¿Quién dio la nota? El otro amargo, Lucho González, a quien tuvieron que sacar porque daba pena. Certero el comentario de Fabri cuando dijo que hubiese sido mejor que no la tocase en vez de tirarla a la mierda que por lo menos era corner. Cuando estas dentro del area y es mejor que no participes de la jugada es que estás haciendo algo mal. Si ese es el 8 de la selección tenemos un problema. Sigo pensando que Mascherano no puede jugar de 8, por brillante que sea de 5 y por más que haya clavado un gol hermoso como pocos (el mejor de la Argentina hasta ahora en mi oponión) con la pelota con la comba mas jodida, acercándose al arquero y alejándose del arco, desde afuera del área, con el área llena de gente, y con cara interna (jugador al cual el genio de Marcelo hizo debutar en la selección antes de que debute en primera). ¿Aimar no puede jugar de 8? (suponiendo que les doy al derecha a los amarguistas y Tristelme sea el enganche) “No”, me dicen “porque el 8 tiene que marcar”. Esa es una mentira reciente del fútbol, similar a la que decía que el 5 tenía que ser rústico. Redondo, Cambiasso, Mascherano, Gago vienen demostrando que eso es de rústico cabeza de valde. Que el 8 marque esta en la misma área de pensamiento. Esa que quiere ganar 1 a 0 en el minuto 45 con gol con la mano y en orsai. El ocho tiene que jugar a la pelota, el 5 tiene que jugar a la pelota, el 3 tiene que jugar a la pelota, el 2 tiene que jugar a la pelota. De vuelta, marcar se le enseña a cualquier burro. Y en todo caso, que me intenten demostrar que Aimar tiene menos marca que Luis González (quien supo jugar de 5 en su momento también). Inténtenlo. Eso dicen que se explica mediante elaboradas leyes futbolísticas, dinámicas de flujo complejas, etc. Porque los giles como uno no podrían entenderlo. Ahora, cuando llega la ahora de jugar por los porotos vienen con sentido común berreta, verdades a medias, chamuyos flacos que nada pueden hacer contra el verdadero saber futbolístico popular.


5 comentarios:

El 5 de Moscú dijo...

"Valde" va con b larga, perejil. En todo caso, vos sos un cabeza de (B)alde.

El 5 de Moscú dijo...

será que nadie hace comentarios porque no dejan que nadie sin cuenta de google los haga?

felipe dijo...

No entiendo. ¿Esas dos cosas pretenden ser una contra argumentacion válida? No dice nada de Tristelme y su juego. ¿Para que escribis?

Unknown dijo...

TACTICAS EMPLEADAS POR GONCAS.VEO QUE TE GUSTA EL JUEGO DEL SR.RIQUELME. SI LO CONSULTAS CON TU PSICOLOGO .POSIBLEMENTE TE DE A ENTENDER QUE ES IMPOSIBLE SER GALLINA Y ADMIRADOR DE FUTBOL.

foxito dijo...

la verdad que HACER UN BLOG para hablar de la gilada como es EL FUTBOL y porque esto y por que aquello...es de estupido, me parece lejos que el futbol no mejora para nada el estilo de vida de nadie y solo es una perdida millonaria...
tendrian que poner mas enfasis en carreras como, medicina,sistemas o contaduria que son las que mueven el mundo.

lastima que haya muchos..."adeptos" fanatizados y mas de la mitad de ellos "tontos" y sin ninguna otra capacidad que correr atras de una pelota